miércoles, 13 de octubre de 2010

El fénomeno social de los mensajes de texto por celulares.

Hacia mediodía hora de Londres recibió el siguiente mensaje:

'Kerido: t agrdzdc tanto tu consolador mnsaje....no snada pro las cosas estan + clars ahora. Siento como si m hubieran quitdo un pso de encma. A1que mi pdre tenga que kedar hosptalizado en st andrews gravmt enfermo... ¿sabs que pienso k m estoy enamorando d ti, clint' ". (Fragmento de la novela Perro callejero de Martin Amis)


En estos días el diario El País de España publicó una nota acerca del lenguaje que se utiliza en los mensajes enviados por celulares. Lo que refería la nota era la inclusión de este lenguaje en pasajes de una novela de reciente edición. Allí se expresaba que la literatura no hace más que reflejar la vida misma y a nadie puede extrañarle la masificación de mensajes de textos a partir también del uso cada vez mayor de celulares.

Es un fenómeno lingüístico y social que se ve reflejado en este caso en una novela pero que seguramente a más de un lingüista le ha traído un dolor de cabeza. En los mensajes de texto o SMS (Short Message Service, en inglés, o servicio de mensaje corto) se suele abreviar palabras y muchas veces se escriben letras pensando sólo en la fonética que ayuda a descifrar el mensaje, por ejemplo: "a1que" (aunque), "xq"(por qué), "salu2"(saludos); y así infinidad de abreviaturas, y hasta la consolidación de un código -sobre la base de abreviar las palabras-, para conseguir introducir el máximo de información en los 160 caracteres que usualmente permite la pantalla del celular. En la creación de este código mucho tienen que ver las generaciones más jóvenes.

Los datos

En un estudio realizado por la consultora IPSOS Media, con datos obtenidos entre abril y junio de 2005 -sobre una muestra de 3.499 hombres y mujeres entre 13 y 64 años de Capital Federal, Gran Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Rosario, Tucumán y Mar del Plata-, se comprueba que el 38% de los encuestados es usuario de telefonía móvil. De ellos, el 71% tiene el hábito de enviar y recibir mensajes de textos. El segmento que mayor uso le da al SMS es el de los jóvenes de entre 20 y 24 años: lo emplean en un 94% de los casos. Menos fanáticos resultaron ser los encuestados de entre 25 y 29 años. El 81% de ellos envían y reciben SMS en forma habitual. Y los entrevistados de entre 15 y 19 años usan a los SMS para comunicarse en el 86% de las veces.
La consultora Prince&Cooke también realizó un estudio acerca del mercado de celulares donde expresa el impacto que produce el crecimiento del uso de SMS y su implicancia en la vida cotidiana de los usuarios. Mientras en 2003 sólo el 7% utilizaba este servicio, en 2004 se dio un crecimiento muy importante llegando al 45%. Pero en 2005 se superaron las previsiones y su uso llegó al 80% de los usuarios. Según datos de Prince&Cooke, durante 2005 se mandaron en promedio algo más de 2.000 millones de mensajes cortos por mes. Estos datos recopilados son de nuestro país pero cabe aclarar que la tendencia mundial responde también a este crecimiento: "Cada 90 segundos se envía un millón de SMS en todo el mundo, con un lenguaje universal" aseguró Miguel Udaondo, director de Relaciones Corporativas de Vodafone España.
Según Howard Rheingold, experto en el tema de las implicaciones sociales de la tecnología, el uso de los mensajes de texto por los adolescentes se debe a que: "Para los jóvenes es esencial estar todo el tiempo en contacto con su grupo social inmediato; además, el SMS es una forma sencilla de hacer contactos informales con potenciales compañeros de salidas. En el SMS los padres y profesores no son intermediarios de las comunicaciones". Aunque también el precio es una variable para los más jóvenes acortar las palabras y enviar un mensaje de texto resulta mucho más barato que establecer una comunicación de voz.
Por abaratar costos, por estar en contacto..., la cuestión que este nuevo código de comunicación entre los jóvenes ya cuenta con un diccionario de mensajes de celulares.
Diccionario SMS
Se trata de una iniciativa de la Asociación española de Usuarios de Internet, y cuenta, con el apoyo de varias empresas de telefonía celular. El diccionario puede consultarse en: http://www.diccionariosms.com/y su objetivo "es recopilar los términos y abreviaturas que utilizan por los jóvenes para escribir en sus teléfonos móviles o cuando lo hacen en Internet". Se presenta como "una herramienta de consulta creada por los jóvenes, desde abajo hacia arriba para profesores, estudiosos de la lengua española, medios de comunicación, padres y educadores".
Al ser un proyecto español, permite consultar y traducir términos SMS en las lenguas de España: castellano, catalán, euskera y gallego, así como conocer que términos son los más utilizados, además de incorporar comentarios colaborativos, al estilo de la Wikipedia. Para su armado también realizaron concursos entre todos los usuarios que registraran nuevos términos y abreviaturas.
El proyecto diccionarioSMS.com se llama: 'exo x ti y xa ti' en el propio código o 'Hecho por ti y para ti' y debido a que este tipo de comunicación es utilizada diariamente por millones de jóvenes, los promotores aseguran que "esta realidad va a influir en la evolución de la lengua y de la gramática". Sobre este punto hay opiniones diferentes.
Defensores, detractores y demás
En una nota publicada en Clarín, el periodista Eduardo San Pedro, sostiene que "siempre hubo códigos en el mundo: sin ir más lejos, el lunfardo y el 'vesre' o el slang americano. Lo que no implica de ningún modo que quien los conoce no hable y escriba correctamente en su idioma. Por lo demás, la adolescencia siempre tuvo códigos para diferenciarse, desde la vestimenta hasta —precisamente— el lenguaje. Ahora se suma otra razón de peso: comunicarse así es barato". Para San Pedro este tipo de comunicación no produciría tanto cambio o deterioro de la lengua.
Así también opina José Antonio Millán, creador del Centro Virtual del Instituto Cervantes en Internet, que nos visitó el año pasado en educ.ar, "se trata de un registro diferente de la lengua escrita que puede coexistir sin conflicto con la norma correcta, como alguna vez lo hizo el lacónico lenguaje de los telegramas". Pero eso sólo sucederá, dice el especialista, si los chicos mantienen, paralelamente al hábito del SMS, el contacto con libros y revistas. De lo contrario el riesgo es que desarrollen una escritura deforme.
La "escritura deforme" es el blanco para quienes sí avizoran un deterioro del lenguaje. Pedro Barcia, presidente de la Academia Argentina de Letras, opina que el novedoso lenguaje representa una "jibarización del idioma" capaz de reducir la capacidad de expresión de los adolescentes y hasta de amenazar el desarrollo de su pensamiento crítico. "Si a esta caída en la riqueza del lenguaje se le suma una reducción morfológica de las palabras se va a potenciar el empobrecimiento del idioma de los jóvenes, que está directamente asociado con el conocimiento. Tener menos herramientas en este terreno es disponer de menos saber y de menos capacidad para pensar", sostiene.
Para atenuar las inquietudes que produce esta nueva práctica cultural de consecuencias aún desconocidas, volvemos Rheingold que dice: "Si la telefonía móvil y los mensajes de texto fuesen los únicos agentes de cambio, las culturas mundiales estarían experimentando un cambio fundamental en sus normas, relaciones y poder social. Sin embargo, los dispositivos electrónicos móviles son sólo una pequeña parte de la infraestructura de las multitudes inteligentes".
Un debate abierto
Uno de los modos de apreciar que las nuevas tecnologías -en este caso los mensajes de texto a través de celulares- son apropiadas por la sociedad, es justamente su inclusión en los diferentes relatos, como lo muestra la novela mencionada de Amis. Asistimos a un fenómeno social que se expande en el mundo entero.
En cuanto a este tipo de comunicación, su particular uso de las palabras, las abreviaturas y su relación con la "correcta" gramática del idioma, la escuela puede resultar un ámbito propicio para analizar este tema. Decimos la escuela porque allí puede verse si este nuevo código se traslada a otro formato, a una redacción de un trabajo de investigación, a un examen escrito y permitirá ver el grado de penetración del nuevo código. En algunos establecimientos porteños ya se comenzó a sugerir el trabajo en el aula con los "mensajitos", basando las lecciones de ortografía y gramática en la corrección de los errores difundidos en aquellos y buscando captar así un mayor interés de los alumnos en las clases.
La tecnología sigue dando que hablar y escribir, su uso social reinventa cada segundo un nuevo mundo, en este caso hasta un nuevo lenguaje o "código" y el debate sigue abierto.
Este espacio puede ser aprovechado para continuar aportando ideas y comentarios, como ocurrió en un post, publicado en el weblog Educación y TIC, por Karina Weisman, donde parafraseando utiliza la expresión "Diccionario de la Real Academia Celular" y muchos docentes e internautas han dejado sus opiniones acerca si estos nuevos usos entorpecen o enriquecen la "lengua madre".

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