miércoles, 20 de octubre de 2010

El empleo de la telefonía celular como herramienta de la delincuencia.



Los teléfonos celulares se han convertido en una
herramienta de comunicación necesaria para la gran
mayoría, pero también en una de las principales armas
y medios para delinquir, ejemplo de ello son las extorsiones
a que día a día son sujetos los argentinos, más
todos los delitos de delincuencia organizada como secuestros, robos y narcotráfico, que generalmente utilizan
celulares para su comisión. De conformidad con un
informe elaborado por el Consejo para la Ley y los Derechos Humanos, A.C., sólo en la capital de
la Argentina cada día se intentan, en promedio,
200 extorsiones vía telefónica, y en 37% de los casos
de secuestro el presunto rescate fue pagado, lo cual
representó, durante el periodo comprendido entre 2001
y 2007, una ganancia ilícita de más de 14 millones de
pesos. Se estima que existen más de 700 bandas en
territorio nacional que se dedican a estas actividades.
Este año se han registrado 10 mil intentos de actos
ilícitos vía mensajes de texto y siete mil llamadas
a móviles con amagos de secuestro y extorsión. Los
delincuentes se mueven muy rápido, y por ello se debe
redoblar la velocidad de las acciones para buscar, encontrar y sancionar a quienes cometen ilícitos de ese
tipo. La finalidad primordial es evitar que los aparatos
de comunicación se utilicen para cometer actos ilícitos.
Es importante recalcar que las cárceles son los sitios
donde se cometen delitos como la extorsión, por lo
que es necesario hacer un análisis para identificar a las
personas que incurren en el ilícito, además de definir
políticas en el sector.
 Se realizaron estudios que dieron a conocer el informe “Resultados de alto impacto”, que detalla que del 1 de diciembre de 2006 al 31 de marzo
de este año se registraron 423 extorsiones telefónicas
con amenaza de secuestro. A pesar de que en promedio
estas extorsiones han disminuido, según la PGR,
lamentablemente no varía el hecho de que se siguen
registrando este tipo de actividades, y si alguna razón
hay para que este número disminuya, seguramente no
es una disminución real, sino la falta de voluntad de las
víctimas, en su gran mayoría amas de casa, por denunciar
estos delitos y la falta de capacidad de las autoridades
para hacerles frente.
La problemática relativa a las extorsiones y fraudes
telefónicos se considera originada por la regulación deficiente que rige la compraventa de líneas telefónicas
celulares de prepago y las tarjetas conocidas comúnmente
como “chips numéricos”, lo cual ha permitido la
comercialización de miles de aparatos móviles que no
están registrados a nombre de un usuario específico,
como sí ocurre con los teléfonos contratados bajo los
sistemas de plan tarifario o los teléfonos llamados fijos,
lo cual se traduce en la imposibilidad de allegarse información suficiente para localizar a aquellos delincuentes dedicados a esta ilícita actividad cuando se comunican con los familiares de sus víctimas, aun cuando las autoridades conozcan el número telefónico no hay medios para saber quien es el titular o usuario de dicha línea celular, mucho menos su domicilio. En tal virtud, y toda vez que a pesar de la supuesta disminución en la comisión de esta clase de ilícitos, sigue siendo necesario
abatirlos hasta su erradicación, por lo que se ha propuesto
que las empresas concesionarias de telefonía celular establezcan mecanismos que permitan obtener información sobre sus usuarios, independientemente del plan o sistema de pago que al efecto contraten, para lo cual será necesario contar con un registro de usuarios finales de todas las líneas telefónicas celulares, tarifarias, de prepago o de las tarjetas conocidas como “chips”.



1 comentario:

  1. Esta bueno el Blog. Pero estaria bueno que cambien de letra. Gracias Ecozonal.

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